Linkedin tiene sus detractores pero no todo es malo en esta red profesional. Quienes dicen que no es más que un currículum en la red o un lugar donde hablar de tu empresa, tienen parte de razón, pero los responsables de recursos humanos, también se fijan en este espacio para valorar a candidatos en un proceso de selección.
El problema que puede llegar a tener Linkedin es la facilidad con la que personas que, más por agradecimiento que por una razón objetiva, valoran una aptitud que ni siquiera nos aporta nada a nuestro perfil.
La meta es lograr que valoren las aptitudes que nos interesan
La opción que surge en muchas ocasiones para valorar a un contacto al que apenas conocemos, nos pone en un compromiso y la mayoría de las veces, como un gesto cortés valoramos positivamente una cualidad profesional en la que esa persona no destaca.
Lo primero que debemos hacer antes, es activar la sección Aptitudes y Validaciones y agrega las que te definen, las que deseas que sean tenidas en cuenta por tus contactos.
Al agregar habilidades a tu lista, se mostrarán en el orden en que las ingreses, luego, a medida que la gente vaya validando esas habilidades, se mostrará primera la que tenga más validaciones.
Recomendar no es lo mismo que validar en Linkedin
Con las recomendaciones sí sucede algo común con las validaciones, no hay que abusar de ellas. Una recomendación tiene mucho peso, sobre todo si viene de la mano de un cliente, de alguien que ha colaborado contigo.
Pero una vez más, no caigamos en el error tras recibir una recomendación de devolver, como si de una felicitación navideña se tratara, con otra. Puede que no sepamos si esa persona es realmente tan buena en su trabajo, sobre todo porque no la hemos visto en acción.
¿Cómo se piden las recomendaciones en Linkedin?
Ante todo, mucha educación. Pensemos que estamos poniendo en un compromiso a esa persona. Tal vez quedó satisfecha con nuestra colaboración pero no se le dé bien redactar ese tipo de textos.
Por privado y con exquisitos modales pidamos, por favor y de manera personalizada esa recomendación puesto que es muy importante para nosotros su opinión y puede ayudarnos.
Y después, paciencia y a esperar. Esos perfiles donde abundan más de diez recomendaciones despiertan justo el efecto contrario al deseado: rechazo. Mucho mejor cuatro o cinco recomendaciones pero de peso e incluso que incluyan que la recomendarías para una vacante.
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