La estrategia a aplicar es una parte vital en las redes sociales. De la buena o mala planificación y ejecución de la estrategia depende el éxito o el fracaso. Uno de los errores, cada vez menos generalizado, es pensar que hay una estrategia estándar que se puede aplicar como si de un guión se tratara. Hay que desconfiar de una tendencia bastante generalizada en las publicaciones social media donde nos dan recetas mágicas para lograr el éxito seguro, más allá del trabajo, de la creatividad y del talento. Aunque hay unos nexos y unos principios básicos que debe cumplir toda estrategia, esta debe ser personalizada para cada marca y para cada medio.
La estrategia debe tener vida por sí misma
Una planificación rígida e inamovible restará capacidad de movimiento a la ejecución. La estrategia debe tener vida por sí misma, capacidad de adaptación a las circunstancias que nos encontremos en el día a día. Tiene que haber un equilibrio entre planificación y ejecución. Si de una autopista de tres carriles se tratara, la planificación se encargaría de indicarnos por qué autopista debemos ir, del punto que partimos y al punto donde queremos llegar. Una buena planificación nunca limitará el trayecto a un solo carril, de eso se encargará la ejecución, de ir cambiando de carril en función de las circunstancias para avanzar de una forma eficaz y ágil, no desviándose nunca del trayecto establecido, salvo por causas de fuerza mayor. Aquí en la ejecución entran las habilidades del community manager para pilotar la estrategia planificada por buen camino.
La importancia de lo "Social"
En la actualidad se están usando muchos términos del tipo ROI, CRM social, CTR, SEO,... Además se han elaborado muchas fórmulas para poder cuantificar lo que vale la porción de red social que dispone la marca. En el mundo Social Media no se está teniendo en cuenta, a la hora de planificar y ejecutar una estrategia, que esta debe ser más "social" y menos "media". Todos estos términos y fórmulas cuantitativas, sin dejarlas de lado totalmente, vendrán después por sí solas si se han hecho correctamente los deberes en la parte social. Debe ser un aspecto que nos ocupe pero que no nos preocupe, algo complicado en estos tiempos cuando conseguir resultados inmediatos se prioriza demasiado.
La interactuación con el cliente es vital
Hay que aprovechar inicialmente los beneficios que nos reportan las redes sociales para conseguir información de los clientes (niveles de satisfacción, estudios de mercado, sugerencias de mejora,...) para no vivir en una realidad paralela y hablar lenguajes distintos. Incluso hay marcas que han dado un paso más allá y son oficinas virtuales en la red a disponibilidad del cliente. Por lo tanto, estos beneficios se deben conseguir fruto del buen trabajo realizado mediante la estrategia social. En la interactuación con el cliente, tan vital es la información que nos pueda aportar el cliente como la que le pueda ofrecer la marca.
La importancia de lo cualitativo, no todo es cuantitativo
Hay que resaltar que el ROI en las redes sociales no siempre se traduce en beneficios económicos de forma inmediata. El retorno de la inversión se puede traducir en conceptos como presencia y expansión de la marca en la red, fidelización de clientes, una buena reputación on line,... Si se consiguen todos estos aspectos "social", el "media" puede empezar a funcionar y reportarnos beneficios económicos.
La coordinación con el community manager
Para conseguir esto, el community manager no debería ser "el hombre orquesta" encargado de afrontarlo todo. Debe haber una implicación de los distintos departamentos de la marca. Las áreas de ventas, marketing, economía,... deben involucrarse en el proyecto para que este llegue a buen fin.
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