Tanto has oído hablar de las ventajas de las redes sociales, que no has podido resistirte a ellas, y finalmente te has subido al tren que te lleva al mundo 2.0. Sin embargo, una vez aquí, no terminan de convencerte los resultados. La famosa tierra prometida no es tan bonita como la pintan.
Conseguir notoriedad en las redes sociales no es fácil, ni seguro. Todo depende de cómo te comportes en este medio. Para ir directo al grano, conviene que repases estos errores comunes y sepas cómo evitarlos:
No tienes una estrategia definida. Tu presencia en los Social Media no puede dejarse en manos de la improvisación. Si tu contenido depende de cómo te levantes ese día, y la frecuencia de tus publicaciones del momento en que tengas un hueco entre reunión y reunión, obviamente, no podrás conseguir resultados positivos. En cambio, si sabes a quién te diriges, tienes un calendario de publicaciones y preparas con antelación el contenido que vas a compartir, probablemente consigas una mayor respuesta por parte de tu público objetivo.
Eres impaciente. Sinceramente, te esperabas otra cosa. Estabas convencido de que el éxito en las redes sociales llegaba de un día para otro. Has oído hablar de grandes proezas en este terreno, y creías firmemente que lo tuyo también iba a ser así. Pues siento decepcionarte, pero las redes sociales requieren de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Los buenos resulados se cosechan después de muchas horas, aplicando la estrategia anteriormente mencionada.
No eres constante. Más bien, tu presencia en los Social Media podría definirse como esporádica. De nada sirve invertir un mes de trabajo en conseguir una comunidad, si al mes siguiente decae tu actividad, o tu interés. Los seguidores son los primeros en olvidar tu marca, si ésta deja de estar ahí.
No utilizas los canales adecuados. Te empeñas a buscar a los fanáticos de la tecnología en Pinterest, o a las amas de casa en Twitter. Puede que encuentres alguno, pero no será lo más probable. Estudia tanto los canales como el comportamiento de tus usuarios, y desarrolla tus acciones en la plataforma adecuada.
Infravaloras el poder de las redes sociales. Todavía no acabas de asumir el papel de las redes sociales en tu plan de marketing. No han sido capaces de derivarte ninguna venta directa, ni tampoco ha aumentado notablemente el número de solicitudes de presupuesto ¿entonces, merece la pena seguir? Pues mejor será que sí. Las redes sociales son uno de los principales factores SEO, además de constituir una importante fuente de tráfico referencial. De otra parte, contribuyen a aumentar la presencia online de la marca, y son un medio más que efectivo para conectar con los clientes de tú a tú ¿necesitas más razones?
No destinas los recursos suficientes. Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las empresas es la falta de recursos. Una carencia que se puede suplir con una sobredosis de creatividad y dedicación, con el absoluto convencimiento de que las acciones que realizas son las adecuadas. De otra parte, siempre conviene hacer balance, y analizar en qué otras acciones se destina el presupuesto.
Piensas que cualquiera puede hacerlo. La falta de profesionalidad en este área es la gran lacra del sector. Continuamente nos encontramos con falsos profesionales, que prometen soluciones milagrosas, a bajo coste, o que simplemente piensan que por tener un perfil en Facebook ya son Community Managers. Mucho cuidado con quien se responsabiliza de la imagen de tu marca en el entorno online.
Te consideras el centro del universo. No escuchas, solo hablas, hablas y hablas. No te has parado a escuchar, a identificar a tu público objetivo, y a conocer sus intereses. Tus propias palabras no te permiten centrarte en lo que realmente importa: tu cliente. Él es el verdadero protagonista en esta historia. Quien puede recomendarte, criticarte duramente, o sencillamente obviarte. Por tanto, olvídate de ti por un instante y reubica tu estrategia.
No respondes a tus clientes. No registras a tiempo sus interacciones, no sabes cómo actuar, o sencillamente no te importa. La atención al cliente a través de los canales sociales es indispensable si quieres llegar a tu público objetivo. Utiliza las herramientas adecuadas, y diseña una estrategia que te permita responder adecuadamente, en tiempo y forma.
No eres capaz de aportar valor. Tus publicaciones son meras réplicas de otras fuentes, o un reflejo de tus ofertas y productos. Más que un canal para lanzar al mundo las bondades de tu empresa, los usuarios esperan contenido de calidad, interesante o divertido, con el que disfruten intercalando y compartiendo entre sus contactos. Pareces una máquina.
No eres humano, o al menos, no actúas como tal. Tu time line es frío e impersonal, basado en publicaciones que más bien parecen comunicados oficiales. No transmite confianza, ni cercanía, igual que haría una máquina. Establece un tono de la comunicación y aplícalo en todas tus intervenciones. No se trata de que te hagas el gracioso, sino de que digas algo más, que demuestre que hay alguien detrás para escuchar y con quien conversar.
¿Te suenan estos errores? ¿cuántos de ellos has cometido? ¿qué otros podrías señalar?
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