Snapchat no está pasando por su mejor momento. Cada vez menos usuarios utilizan la aplicación que inventó las famosas Stories (que ha conseguido robar con guante blanco Instagram), reduciéndose sus usuarios activos en tres millones durante el pasado trimestre. Por supuesto, si los usuarios no suben, las acciones tampoco.
Las acciones de la compañía matriz, Snap, cotizan ya por debajo de los 10 dólares. Tan solo hace un año, cuando salía a Bolsa, la cotización se situaba en los 17 dólares. Unas cifras que contrastan con las promesas de crecimiento rápido que se hicieron a los inversores.
Hace unos meses, Kylie Jenner, la pequeña del clan Kardashian, reconocía que utilizaba menos esta aplicación. Unas declaraciones que también hicieron daño a la compañía, que no puede competir con el alcance de su némesis, Instagram.
Aunque la compañía ha prometido a los inversores crecimientos del 29% y el 37% el próximo trimestre, es muy poco probable que supere los costes. Según Expansión, el flujo de caja negativo del segundo trimestre (234 millones de dólares) fue cinco millones superior al mismo periodo del pasado año. Quizás Snapchat siga teniendo algo de tirón entre adolescentes y preadolesentes, pero para los inversores está perdiendo atractivo.
A todo ello no ha ayudado nada la salida de su jefe de estrategia, Imran Khan, aunque hayan intentado mitigarlo con la incorporación de Kirsten O’Hara como nueva jefa de ventas, renombrando su división como “Soluciones de negocio”. Un plan para conquistar a los anunciantes que, aunque parece una buena estrategia, es improbable que sea la panacea a todos sus problemas.
Ahora, la compañía parece decidida a apostar por el mercado de los wearables. El pasado mes de abril, anunciaron sus gafas Spectacles, a las que ahora se suman nuevos modelos con un diseño más tradicional y atemporal. Unas gafas totalmente compatibles con la aplicación con las que se puede compartir contenido de forma directa. Pero habrá que esperar para ver si consiguen frenar la caída de la red social.
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