Un sin número de artículos y estudios se han centrado en las consecuencias psicológicas negativasde Facebook. Se incluye de todo, desde la depresión hasta problemas en las relaciones de pareja (un estudio británico encontró que casi un tercio de las solicitudes de divorcio en 2011 tienen relación con Facebook).
Investigadores de Noruega, incluso, han publicado una nueva escala psicológica para medir la adicción a Facebook. Sin embargo, mientras que estos se centran en el ámbito personal, me pregunto si hay un fenómeno similar con los negocios hoy en día.
¿Puede un negocio pasar demasiado tiempo en Facebook? Y ¿cuáles son algunas de las consecuencias negativas?
1. Se reduce la productividad del empleado.
Cuando las redes sociales entraron a escena por primera vez, el mayor temor de los empresarios fue el gasto de tiempo, los niveles de productividad se reducirían, ya que los empleados gastarían demasiado tiempo en sus páginas personales de Facebook.
Pero Facebook también puede ser una enorme fuga de recursos, incluso cuando los empleados lo están utilizando para fines comerciales. Eso es porque Facebook no es gratis. Cultivar una comunidad, moderar los debates, atender a los feedback de los usuarios y otras actividades de la página de Facebook requiere de un compromiso continuo.
Teniendo en cuenta que los recursos son siempre finitos, los recursos asignados a Facebook deben ser extraídos de otras actividades. Sin metas explícitas, Facebook puede convertirse fácilmente en un enorme desperdicio de tiempo, agotar los recursos importantes de otro tipo de comercialización, las ventas y las prioridades de atención al cliente.
2. Anima a comparaciones injustas.
Un estudio reciente de la Universidad de Michigan encontró, que el uso de Facebook lleva a la disminución de la felicidad momentánea y a la satisfacción general con la vida en los adultos de edad universitaria. De acuerdo con la investigación, el co-autor John Jonides aseguro: “Cuando estás en un sitio como Facebook, tienes un montón de mensajes sobre lo que están haciendo otros que establece comparaciones sociales. Tal vez sientas que tu vida no es tan completa y rica como los de la gente que ves en Facebook”.
Del mismo modo, las pequeñas empresas, sobre todo las que acaban de lanzar sus campañas, pueden desalentarse fácilmente cuando se comparan a sí mismas con marcas como Pepsi, Pampers, Starbucks, Virgin Atlantic y otras. La realización de campañas en ese nivel requiere de una enorme cantidad de estrategias, recursos (internos y externos) y de experiencia.
Así, las empresas pueden llegar a gastar más tiempo en Facebook, debido a razones de competencia, en lugar de basar sus prioridades en los objetivos de negocio actuales o realidades. En segundo lugar, las empresas pueden llegar a concentrarse en aspectos “equivocados” de Facebook, tales como acumular fans.
3. Es difícil de medir.
Muchas empresas acuden a Facebook atraídas por algunos de sus indicadores: El número de fans y el número de Me Gustas. Después de todo, estas cifras pueden ser una medida muy visible del estado, y es fácil de creer que se trata de un juego en el que el objetivo es acumular más Me Gusta que nuestros competidores.
Sin embargo, muchas empresas ofrecen descuentos a cambio de hacer clic en el botón Me gusta. Por ejemplo, una vez me gustó una tienda en la que nunca he comprado, simplemente porque se sorteaban unas vacaciones. Nunca visité su página o interactuaba con su marca después de participar (y, poco después, la quité de mi lista porque estaba cansada de ver sus actualizaciones). Si esta marca me incluye como un indicador de la participación positiva de los consumidores, definitivamente está en un error.
La verdadera pregunta es, ¿cómo se mide el valor de los fans de Facebook? ¿Cuántos aficionados se necesita para crear un nuevo cliente o venta? A menos que tengas una forma de demostrar que tu página de Facebook te está haciendo ganar dinero, puedes correr el riesgo de perder importantes recursos aquí en vez de enfocar tus esfuerzos en otros lugares.
4. No hay ninguna relación directa con las ventas.
Facebook puede ser un canal ideal para generar buzz y engagement, pero esto no se traduce necesariamente en ventas, por lo menos a corto plazo.
Un estudio de 2012 de Forrester analizó 77.000 transacciones online durante un período de dos semanas y encontró que menos del 1% de las transacciones correspondía a los medios sociales (en comparación con el 40% de la búsqueda orgánica o de pago, y el 30% a partir de la repetición de negocios generado desde el correo electrónico) .
Si buscas más pruebas de que Facebook no es un canal de venta directa efectiva, considera el hecho de que el número de minoristas de Estados Unidos con Facebook cayeron de 63% en el cuarto trimestre de 2011 hasta el 6% en el cuatro trimestres de 2012.
5. No hay conexión humana en la nube.
Interactuar con alguien a través del correo electrónico o Facebook es completamente diferente a hablar en persona o por teléfono. Oir la voz del interlocutor o el cara a cara crea una conexión más profunda y un intercambio más detallado de las ideas. El mayor riesgo que asumen las empresas con Facebook, es que la participación en medios sociales es la única interacción que necesitan con el cliente.
Facebook y Twitter son excelentes puntos de contacto iniciales para la atención al cliente, pero nada es mejor que las conversaciones personales.
Al final, se realista.
No estoy diciendo que cualquier empresa debe alejarse de los medios sociales. Sin embargo, tiene que ser realista sobre las posibilidades de rentabilidad. Invierte tus recursos en base a tus oportunidades, y no sólo porque todo el mundo lo está haciendo.
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