jueves, 24 de enero de 2019

Así falsean los aspirantes a influencers sus contenidos en Instagram para cazar a las marcas

En la era digital en la que nos encontramos inmersos cada vez son más los que quedan deslumbrados por la rimbombante fama que supone el ser una estrella de las redes sociales.


Términos como influencersyoutubers y marketing de influenciahan cobrado una especial relevancia a la hora de hablar de las nuevas estrategias de marketing. Pero cuidado, no es oro todo lo que reluce.
No son pocos los casos protagonizados por falsos influencersque falsifican sus métricas.

Cantos de sirena para unas marcas que únicamente se centran en la cantidad de seguidores y de likes más allá de lo que verdaderamente significa el engagement.
El mejor ejemplo lo encontramos en Instagram. Si en la red de la imagen por excelencia un influencer trabaja con muchas marcas, para las otras, esto puede ser una señal de confianza.
El problema surge cuando algunas de las publicaciones se nos venden como patrocinadas por las marcas de forma falsa.
De acuerdo a las recientes informaciones ofrecidas por The Atlantic, algunos aspirantes a estrellas de Instagram han admitido haber subido publicaciones que parecían patrocinios o trabajos con marcas cuando en realidad no eran nada de eso.
Tal es el caso de Palak Joshi. Ha admitido en la citada cabecera que publicó una serie de historias en Instagram en las que promocionaba el nuevo teléfono OnePlus como si de una asociación pactada con la marca se tratase.
Pero no era un anuncio. Es probable que muchos de sus seguidores no lo sepan y asumen que este tipo de contenidos siempre responden a asociaciones explícitas entre marcas e influencers.
Sus declaraciones no dejan lugar a dudas: “después de todo, si parece que las marcas cuentan contigo, técnicamente significa que gozas de más éxito en las redes sociales”.
Otro caso es el protagonizado por la influencer especialista en estilo de vida Sydney Pugh. Ella sola preparó un falso anuncio en una cafetería de Los Ángeles.
El típico café diario de por las mañanas lo convirtió en Instagram en una campaña para la cafetería en cuestión.
Esta declara que emular este tipo de situaciones es tan fácil y habitual que pocos son capaces de diferenciarlas de las acciones de patrocinio verdaderas.
Algunos incluso han llegado a fingir viajes falsos como equipo de prensa para dar la impresión de que forman parte de grupos influyentes.
Este es el caso de Taylor Evans que pagó su propio viaje a Miami, aunque en Instagram lo vendió como una invitación a un evento de carácter exclusivo.
Puede que piense que estos casos son una pequeña manzana podrida en el mundo del influencer marketing.
Pero estos son solo algunos de los que se han atrevido a hacer públicas ciertas prácticas conocidas.
Basta con echar un vistazo al reciente "Informe Anual Influencer Marketing en España 2018" elaborado por la agencia H2H.
Este pone de manifiesto que el 27,47% de los seguidores de los influencers analizados carecen de valor comercial para las marcas.

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