Cada vez que cambian las normas de Facebook y que la red social reajusta el algoritmo, los responsables de redes entran en un pánico momentáneo. Las páginas de marcas ya han sufrido diferentes golpes a lo largo de los últimos años. Con cada cambio y reajuste, ellas son las más perjudicadas y las que peor salen paradas, perdiendo alcance y haciendo que el conectar con sus consumidores sea cada vez más y más complicado. Para las marcas, lograr colarse en el feed de noticias de sus consumidores es cada vez más difícil y posicionarse en un lugar destacado y hacer por tanto que sus mensajes lleguen al consumidor (sin pagar por ello) es cada vez una odisea más compleja.
El último cambio en el algoritmo de Facebook se produjo la semana pasada y los efectos de las decisiones de la firma ya se han empezado a notar. Facebook anunciaba la semana pasada que iba a empezar a tener en cuenta la diversidad de las actualizaciones y el tiempo de lectura que se dedica a las mismas. La red social va a controlar cuánto tiempo presta el consumidor al artículo en cuestión que la página ha compartido, ya sea vía Instant Articles o vía navegador móvil (el cambio afectará sobre todo a cómo se ven los contenidos en el feed de la red social en el móvil, algo muy crucial si se tiene en cuenta que la mayoría de los usuarios accede a Facebook desde uno de esos dispositivos).