En la carrera por ser los más populares de Instagram y por tener no solo la lista de seguidores más activos sino también el engagement que las empresas esperan que se tengan, no han sido pocos quienes han decidido pasar por caja para conseguirlo. Los falsos seguidores y los falsos me gusta y comentarios son el pan de cada día en Instagram y lo son, además, en el entorno que más preocupa a las marcas, el de los influencers.
Separar el grano de la paja no es nada fácil. De hecho, un experimento de una agencia demostró que a las compañías les cuesta mucho diferenciar a los influencers sostenidos por un éxito real de unos que están basados en aire.
Hace dos veranos creó dos perfiles falsos, que lograron seguidores y engagement gracias al talonario. Lograron que las empresas les ofreciesen posts patrocinados. Un verano después, y a pesar de que la historia se había hecho viral, volvieron a reactivar uno de los perfiles. Su influencer falsa, con sus seguidores falsos, volvió a conseguir que las marcas y las empresas le hiciesen caso.
Lo falso se ha convertido por tanto en un serio problema para Instagram y para las empresas que lo emplean como vía para posicionar sus marcas y sus productos. Instagram ha decidido ahora tomar cartas en el asunto.
Fin de los me gusta de mentira
La red social acaba de señalar que las interacciones generadas por bots no cumplen con sus términos de servicio y que ha empezado a tomar medidas para acabar con ellas. Básicamente, Instagram está intentando eliminar el uso de las apps de terceros que algunas cuentas en la red social usan para ampliar de forma artificial sus audiencias.
"Es nuestra responsabilidad la de asegurar que esas experiencias no se vean afectadas por la actividad no auténtica", apuntan desde Instagram, defendiendo que las personas que acuden "cada día" a Instagram buscan tener "experiencias reales". "A partir de hoy, empezaremos a eliminar likes, seguidores y comentarios que no son reales de cuentas que usan apps de terceros para impulsar su popularidad", dejan claro.
Una vez que detecte que un contenido es falso y que se está generando actividad que no es real, además de borrar esa actividad, notificará a los responsables de las cuentas y les invitará a cambiar sus contraseñas para que las cuentas no vuelvan a protagonizar ese tipo de comportamientos vía apps de terceros. Como apuntan en el post de la red social, son conscientes de que en algunos casos los usuarios compartieron esos datos sin ser conscientes de ello.
¿Cómo lo logrará? Instagram está usando el machine learning para intentar aprender a separar lo falso de lo real. Su sistema ha aprendido así qué contenidos son de verdad y cuáles de mentira.
Un golpe para según qué influencers
La medida tendrá en un impacto en lo que ven los usuarios de la red social y en la actividad que protagoniza las actualizaciones que siguen, pero sin duda tendrá un impacto mucho mayor en un terreno que ha conseguido muchísimo protagonismo en los últimos años. Los grandes perdedores del cambio y del nuevo movimiento de Instagram serán los influencers, especialmente los influencers que se podrían llamar 'de medio pelo'.
Aquellos que tienen audiencias infladas de forma artificial y aquellos que han empezado su éxito vía compra de seguidores y de actividad serán quienes salgan peor parados del movimiento de Instagram y de su tijeretazo de la falsa actividad. De pronto perderán seguidores y perderán también engagement. Quizás, con este cambio, se logre que sea mucho más fácil ver la verdad de lo que ocurre en la red social.
Vía: Puro Marketing
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