Las redes sociales como Instagram o Snapchat son protagonistas en un elevado número de smartphones propiedad de adolescentes. Ahora, un nuevo estudio revela un incremento de la adicción a dichas plataformas. Desde el año 2.000 el uso de Internet ha aumentado en más del 1.000%, y el porcentaje no deja de crecer con la expansión del mercado de smartphones -de hecho, la penetración de estos dispositivos entre los jóvenes ya alcanza el 100%-, el aumento de las búsquedas móviles, el crecimiento de las compras online o el mayor uso de las redes sociales por parte de personas de todas las edades.
En concreto, estas plataformas en manos de adolescentes entrañan algunos peligros, desde la adicción a las mismas al fomento de la nomofobia, los trastornos de ansiedad cuando no pueden acceder a ellas o su papel en problemas de estricta actualidad como el ciberbullying o el sexting.
Durante los últimos seis años, el uso de las redes sociales entre los adolescentes estadounidenses de 13 a 17 años aumentó drásticamente. Según un estudio elaborado por Common Sense Media el 70% comprobó las plataformas varias veces al día, frente al 34% que lo hacía en 2012. La organización sin fines de lucro con sede en San Francisco indica que uno de los principales factores que impulsa esta tendencia es el aumento de la tenencia de móviles por parte de adolescentes, una cifra que se ha duplicado, pasando del 41% en 2012 al 89% en la actualidad, según el estudio.
Al mismo tiempo que los adolescentes utilizan cada vez más Facebook, Instagram, Snapchat o Twitter, admiten ser más desconfiados con respecto a las empresas que están detrás de estas plataformas. Uno de cada tres cree que las compañías tecnológicas los manipulan para pasar más tiempo enganchados a sus dispositivos, según el estudio. Sin embargo, el porcentaje que dice sentirse “adicto” a las redes sociales ha aumentado ligeramente y ya abarca a una cuarta parte de este segmento de población, pasando del 20% en 2012 al 24% actual.
La cara positiva de las redes sociales: apoyo e inspiración
No todo lo que salpica a las redes sociales está rodeado de adicción tecnológica, consumismo desenfrenado o sedentatismo, sino que como cualquier innovación tecnológica, estas plataformas también tienen múltiples usos positivos: aunque más de dos tercios de los adolescentes afirman que las redes sociales tienen un impacto negativo en muchas personas de su edad, el 40% cree que las redes sociales también fortalecen las relaciones con amigos y familiares ayudándoles a hacer planes sociales y mantenerse en contacto cuando están demasiado ocupados para reunirse en persona.
El uso de las redes sociales también tiene la capacidad de ayudar a adolescentes que sufren depresión a encontrar grupos de apoyo e inspiración, pese a que en otros casos puede empeorar la depresión al encerrar a los adolescentes en un ciclo de retroalimentación negativa de “aislamiento y auto abnegación”, según revela la investigación de Common Sense Media.
A pesar del rápido crecimiento en el uso de las redes sociales entre los adolescentes, muchos permanecen divididos sobre si están mejor con o sin él. Casi la mitad de los adolescentes encuestados -40 por ciento- dijeron que estaban de acuerdo con la afirmación: “a veces me gustaría poder volver a un tiempo en el que las redes sociales no existían”.
Fuente | Inc
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