Después de que saltara a luz pública que Rusia y empresas como Cambridge Analytica se la jugaran en su día a Facebook y Twitter para lanzar propaganda política a su antojo en ambas plataformas, las dos redes sociales están decididas a endurecer sus respectivas políticas (hasta ahora demasiado laxas) para quienes implementan campañas de carácter político en sus dominios.
Ayer jueves tanto Facebook como Twitter anunciaron un ramillete de cambios relativos a la manera en que la publicidad política será gestionada de ahora en adelante en ambas plataformas. ¿El objetivo? Añadir una pátina de transparencia a la publicidad política directamente involucrada en los procesos electores.
Facebook ha introducido una nueva funcionalidad que dará cuenta a los usuarios del presupuesto que hay detrás de una determinada campaña política. La red social exigirá que todos los anuncios relacionados con procesos electorales estén claramente etiquetados y acompañados del coletilla “paid for”. Esta etiqueta, muy similar a la que portan los anuncios de tipo político en televisión, será visible tanto en Facebook como en Instagram.
Cuando el usuario haga clic sobre la etiqueta, tendrá acceso ainformación adicional sobre la campaña, incluyendo el presupuesto, el número de personas que la han visto y también su edad, su género y su ubicación.
Toda la información directamente relacionada con la publicidad de cariz político será almacenada durante un periodo de siete años en un archivo que podrá utilizarse para buscar y filtrar campañas específicas.
“Creemos que este nuevo nivel de transparencia es positivo para la gente y permitirá a los periodistas, los investigadores, las ONGs y quienes así lo deseen hacer responsables a candidatos y organizaciones de los anuncios que han creado y posteriormente lanzado”, explica Rob Leathern, directo de product management de Facebook.
Por su parte, Twitter estrenó ayer una nueva política que detalla pormenorizadamente qué organizaciones son consideradas anunciantes de tipo político y cómo compran la publicidad en la red social del pajarito.
De ahora en adelante los anuncios políticos en la red de microblogging vendrán acompañados de un “disclaimer” con una nota dejando claro que el anuncio en cuestión fue comprado por una organización (de manera similar a lo que sucede con la publicidad política que se abre paso en la pequeña pantalla).
Twitter se tomará asimismo la molestia de revistar todas las cuentas con una clara orientación política para asegurarse de que cumplen con los estrictos requisitos a los que están obligadas (la inclusión de una foto de perfil, de una imagen de cabecera y de una biografía con links a una web provista de información de contacto).
Además, las personas extranjeras no tendrán posibilidad de lanzar campañas políticas dirigidas a personas residentes en Estados Unidos.
Los anunciantes políticos en Twitter deberán asimismo obtener una nueva certificación antes de ser autorizados a comprar publicidad en esta plataforma. Los candidatos y comités políticos deberán aprovisionarse de una ID por parte de la Comisión Federal Electoral (FEC) y deberán esperar a recibir una carta por parte de Twitter que ratifique que la organización es efectivamente legítima.
Si las organizaciones en cuestión no forman parte de la FEC, deberán someterse a idéntico proceso con la única diferencia de que la ID será reemplazada por un formulario autenticado.
“Creemos que la transparencia es clave tanto para las personas que utilizan nuestros servicios como para los anunciantes a la hora de sentirse seguros en nuestro plataforma”, señala Twitter en un post en su blog corporativo. “Como ya indicamos el año pasado, estamos comprometidos con la implementación de políticas más estrictas para los anunciantes políticos y con la provisión de información clara y transparente sobre todos los anuncios en Twitter, en particular sobre aquellos anuncios que son de naturaleza política”, subraya la red social.
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