Si se gestiona alguna página en Facebook, posiblemente se haya vivido también esta situación. De forma recurrente y con cierta periodicidad, la red social envía un mail a su cuenta de correo asociada alertándole de que tiene un post de alto rendimiento y señalándole que debería hacer una campaña con él. Por X euros, prometen, se llegará a alguna cantidad fabulosa de usuarios que aumentará el alcance. Los mails son ligeramente molestos, cierto es, pero no son los únicos envíos que hace Facebook. También aparece un mensaje cuando se abre la red social y de vez en cuando la app del móvil manda un aviso push de la oportunidad que estamos perdiendo por no meter dinero en la promoción del post en cuestión.
Lo cierto es que, desde fuera, se puede entender que Facebook sea tan insistente con esas grandiosas oportunidades que estamos perdiendo por no meter unos 15 euros en la promoción de aquel post que publicamos. La red social hace caja con los anuncios y la publicidad es un elemento decisivo y determinante en sus planes de negocio. Facebook quiere que te anuncies, porque sin eso Facebook no logra hacer caja y no logra tener buenas cifras de negocio.
Pero Facebook no solo necesita anunciantes, sino también usuarios activos que accedan a su feed y creen esas oportunidades para servir publicidad. Y, por tanto, la red social también envía recordatorios a sus usuarios para que entren. La gran cuestión es si envía cada vez más recordatorios y si se está volviendo cada vez más spammer.
El caso del sms pesado
La cuestión se ha convertido en tema de debate en los últimos días, ya que Facebook ha protagonizado un pequeño escándalo viral en los medios estadounidenses cuando empezó a enviar a los usuarios de sistemas de autentificación con dos factores mensajes de texto a sus números con notificaciones. Lo hizo a pesar de que estos usuarios no habían activado este tipo de servicios. Un usuario publicó en Twitter su experiencia, lo que hizo que otros usuarios tamén señalasen que estaban viviendo la misma situación. Además, las respuestas que enviaban a esos sms (habitualmente peticiones de que parasen los envíos) acababan publicadas en sus muros, lo que hacía que la situación fuese más incómoda.
Facebook ya ha perdido perdón y señalado que se trata de un error. Pero casi se podría decir que poco importa. Los medios estadounidenses están llenos de titulares que señalan que Facebook está tan desesperado por recuperar las cifras del pasado en términos de engagmenet que se ha convertido en un spammer vía sms. Si a eso se suma que hay quienes señalan que lo mismo está ocurriendo en Instagram y que este no es el primer problema que se detecta, se tiene la foto completa.
La red social había iniciado a principios de año una campaña bastante agresiva para recuperar a aquellos usuarios que habían dejado de usar la red social en sus dispositivos móviles.
La caída en las cifras de uso
Y es que Facebook tiene un serio problema en cifras de uso. Sus números generales de usuarios son cada vez más amplios, sí, pero el tiempo que se pasa en la red social empieza a ser menor, especialmente entre aquellos consumidores que más le pueden interesar, como son los jóvenes.
Las últimas estadísticas no solo dicen que los están perdiendo, sino que además lo están haciendo más rápido que nunca. Los propios usuarios reconocen que cada vez dedican menos tiempo a la red social y la propia Facebook ha reconocido que los últimos cambios en el algoritmo harán que el tiempo de permanencia caiga (aunque ellos creen que compensará, porque será de más calidad).Si a eso se suma qeu a lo largo de los últimos años los estudios han ido demostrando que los usuarios de la red social están publicando menos contenidos que antes, se puede comprender el problema de un modo mucho más completo.
Un artículo publicado en Puro marketing y, recibido vía Vallebro.com
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