El SEO ha sido durante años una de las principales preocupaciones de las empresas que intentaban posicionarse en internet. Conseguir entrar en los primeros resultados de búsqueda era la garantía a la que echaban mano para asegurarse de que iban a llegar a los consumidores. Los responsables de marketing dedicaban grandes esfuerzos en personal y en inversión presupuestaria a trazar una estrategia de SEO eficiente y en asegurarse de que iban a conseguir llegar a los primeros resultados. Ser el primero era fundamental, ya que parte del éxito o del fracaso en la aventura online podía estar marcado por ello.
Pero ¿qué sucede ahora? Muchos son los que han lanzado ya cantos de sirena anunciando que el SEO había muerto. Y lo cierto es, que en determinados momentos, todo nos hacía presagiar que otros canales terminarían sepultándolo o relegarlo a un segundo plano. Sin embargo, el tiempo a terminado por demostrar que el posicionamiento en buscadores nunca antes había estado tan cerca de vivir una verdadera revolución como a la que se enfrenta ahora.
Los consumidores empiezan a emplear cada vez más otras vías para llegar a los productos y a los servicios que les interesan, alertan, y los hábitos de consumo en internet en general han sido modificados para siempre. Ahora sabemos lo que pasa gracias a las redes sociales y consumimos información directamente a través del social media. Lo que importa es lo que dicen nuestros contactos en Facebook y en Twitter y nuestros puntos de entrada a lo que sea son las propias redes sociales.
¿Hace esto entonces que el SEO esté condenado a muerte y que las empresas estén obligadas a dejar su estrategia de posicionamiento por otra en otro terreno? ¿Hay que migrar todo el esfuerzo en marketing de contenidos no a que estos contenidos se posicionen bien en buscadores sino a que se conviertan en virales en redes sociales?
Lo cierto es que una cosa no quita la otra. Las redes sociales se han convertido en un elemento muy importante y en un punto de conexión con mucho potencial para llegar al consumidor final, pero su papel no debe hacer perder de vista el de otros elementos y otras funcionalidades. Las redes sociales no son el único método de llegar a los consumidores y tampoco el que garantiza el éxito absoluto. Los buscadores siguen siendo muy importantes y siguen siendo el camino que siguen muchos consumidores para llegar a las cosas que a las empresas les interesa vender y promocionar.
No hay más que ver lo que está ocurriendo en comercio electrónico. Un buen estratega en ecommerce jamás prescindirá del SEO. Posicionarse bien en un buscador puede ayudar a que el consumidor descubra un site cuando busca un producto concreto y también puede ayudar a una marca a convertirse en referencia en un espacio de productos y servicios concretos. No hay que olvidar que algunas de las principales marcas que se anuncian en los resultados de búsqueda de Google son, de hecho, algunas de las firmas gigantes del mercado del ecommerce.
Las redes sociales son, de hecho, aliadas para el posicionamiento web. Facebook, Twitter y las demás redes sociales ayudan a mejorar resultados en los buscadores, ya que los buscadores empiezan a tener en cuenta elementos como el número de seguidores para deducir qué páginas son más o menos relevantes. Además, el tener una presencia activa en redes sociales acaba empujando a las marcas a generar contenido y a estar siempre actualizadas, lo que a la larga redunda en una web más activa y más llena de contenido que podrá llegar al corazón de los motores de búsqueda.
¿Qué hacer en SEO hoy?
Lo que sí ha cambiado es cómo debe hacerse SEO hoy en día. Para empezar, hay que tener en cuenta cómo han cambiado los hábitos de consumo de los internautas. Cada vez es más importante el uso de dispositivos móviles. Los consumidores se llevan sus smartphones con ellos a todas partes y, por tanto, echan mano de ellos cuando necesitan averiguar alguna cosa. No hay más que echar un vistazo en una tienda cualquiera en cualquier momento. En algún lugar habrá un comprador buscando lo que quiere comprar en su terminal móvil para comprobar que no lo ofrezca más barato alguno de los competidores de esa marca o para ayudarse a tomar su decisión de compra final.
El SEO tiene que tener en cuenta por tanto hoy esa realidad. De hecho, en la próxima actualización de Google, el algoritmo tendrá muy en cuenta la situación móvil de las webs que indexa: no estar preparado para que los consumidores puedan acceder desde dispositivos móviles en buenas condiciones (contando, por ejemplo, con un diseño responsive) empujará a perder posiciones en los resultados de búsqueda.
Para continuar, las marcas que quieran posicionarse en la red tendrán que apostar por elementos diferentes. Como recordaban desde Contently, ahora no se trata de apostar por palabras clave, como en el pasado, sino de hacer una estrategia eficaz de contenidos. El contenido tiene que ser de calidad, tiene que responder a las necesidades de los consumidores y tiene que llegar a lo que quiere y busca la audiencia. Apostar por temas de nicho y renunciar a las granjas de links (ahora solo importa que realmente te linken con calidad) son otras de las cuestiones clave para triunfar.
El nirvana del SEO
En conclusión: el SEO, a pesar de las palabras de quienes pronosticaban su decadencia, y a pesar de que múltiples estudios y tendencias apuntaban a todo lo contrario, el SEO se encuentra más vivo que nunca. Las búsquedas siguen siendo muy habituales y recurrentes y muchas decisiones de compra siguen estando marcadas por las cosas que nos encontramos gracias a esos procesos de búsqueda. A medida que los consumidores empiezan a sumarse de forma más habitual (y en muchos más soportes) a la red, ser capaz de estar bien situado en las búsquedas sigue siendo una preocupación de primer orden.
El SEO ha caído para muchos víctima de las otras novedades. A medida que van apareciendo nuevas modas, nuevas maneras de conectar con los consumidores y nuevas tendencias, las cosas que llevan ya algún tiempo funcionando empiezan a parecer menos lucidas (por aquello de que lo nuevo siempre resultad más seductor). Pero el SEO sigue siendo un poderoso aliado y uno efectivo.
El posicionamiento web no ha muerto, simplemente ha cambiado y además se ha refinado. El SEO está, de hecho, muy próximo a su nirvana. Tras años de reinvenciones, tras años de ajustes para eliminar las malas prácticas (como las que hacían que se posicionasen quienes más abusaban de las palabras clave y no quienes servían mejores contenidos), las técnicas de posicionamiento están cada vez más cercanas a una cierta justicia, a una visión mucho más próxima a la perfección de lo que estaba hace unos años. El SEO se ha mejorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario