En los últimos años todos hablan de la importancia del universo móvil y de cómo hay que adaptar las webs para una óptima experiencia desde el smartphone. Se habla de diseño responsive, de adaptación de los contenidos o de evitar ciertos formatos. Pero las páginas webs siguen tardando siglos en cargar, una de las principales quejas que repiten los usuarios cuando tratan de interactuar con una marca vía móvil.
Y es que según datos de una encuesta de Akamai, el 73% de los usuarios móviles han encontrado alguna vez una web que era demasiado lenta en cargar, una cifra que a la vista de la experiencia propia, creo que a todos nos parecerá bastante optimista. Y no solo cuando nos enfrentamos a una mala conexión de los datos del teléfono, también cuando accedemos vía WiFi.
Para descubrir qué tal están funcionando, a ese respecto, las webs en la actualidad, desde HubsPot Research pusieron en marcha un estudio que analizó más de 26.000 sites y aporta una visión global de la situación respecto a los tiempos de carga.
Y lo que descubrieron es que hay mucho lugar para la mejora: el tiempo medio de carga de las webs era de casi 4 segundos (3,9 en concreto), tiempo más que suficiente para irritar al usuario y que decida acudir a otra web. Hay muchas razones que explican esta lentitud, pero algunos de los principales causantes del problema son las fotos y los vídeos, un tipo de contenido que es exigido cada vez más por los consumidores, pero que puede ralentizar la carga si no han sido optimizados para la página web -y especialmente, si no han sido optimizados para una conexión de datos móvil-.
¿Cómo afecta el tiempo de carga a los usuarios?
Conseguir acelerar la carga de las webs móviles es esencial por muchas razones, pero la principal es que estresa a los usuarios, y eso, evidentemente, perjudica tanto a las conversiones como a la percepción de marca.
Y cuando se utiliza la palabra estresar no es al azar: un estudio reciente de Ericsson demuestra que una carga demasiado lenta de un site puede acelerar la frecuencia cardíaca hasta un 38%: un incremento similar al que se experimenta cuando se ve una película de terror.
En el mismo informe se señalaba además de que cuando había retrasos se culpaba del mismo no al proveedor del servicio, sino al del contenido. Es decir, que si el usuario intenta entrar en una web de una marca y tiene que esperar demasiado para que la página se cargue, culpará a la propia marca, lo que evidentemente empeorará su imagen de ella y sus ganas de interactuar con la misma.
Y en el caso de los vídeos es aún peor, pues los retrasos mientras se está viendo algo en streaming resultan aún más frustrantes. Teniendo en cuenta hasta que punto afectan psicológicamente los retrasos, parece evidente que hay que hacer algo por ofrecer una mejor experiencia móvil a los usuarios.
Los gigantes tecnológicos ya se han dado cuenta de esto y han tomado medidas para, por ejemplo, ayudar a los medios de comunicación a ofrecer experiencias móviles más rápidas y agradables. Si hace unos meses Facebook lanzaba Instant Articles, que aloja los contenidos en la propia red social permitiendo acceder a ellos sin salir de la plataforma, ahora le toca el turno a Google, quien ayer lanzó sus páginas móviles aceleradas, un código abierto simplificado que permite almacenar los contenidos en la caché a través de la nube para poder acceder a los contenidos de forma casi instantánea (el uso del formato AMP multiplica por cuatro la velocidad de descarga).
No hay comentarios:
Publicar un comentario