Muchas empresas tienen en las redes sociales una parte muy importante de su estrategia de comunicación. Invierten una gran esfuerzo y dinero en construir una estrategia de marca, en captar seguidores, en crear contenidos, etc. Pero no deja de ser una plataforma externa, que la empresa no controla. Y esto puede ser un problema cuando Facebook cierra la página de tu empresa sin motivos.
De un día para otro, sin una comunicación previa y sin dar tiempo a la enmienda. Esto fue lo que le ocurrió a una empresa valenciana horchatera hace un año. Además el cierre se publicó con una imagen del mapa de localización de la empresa, con el aviso de Cerrado, lo que provocó problemas más allá de las redes sociales y un grave perjuicio para su reputación online.
Hace tres meses, tampoco sin preaviso o explicaciones, Facebook volvió a abrir la página. Aquí podemos ver que tiene poco más de 1.400 seguidores y que llevaba abierta desde 2010 como canal de comunicación con sus clientes. Es una empresa pequeña, con menos de 50 trabajadores y cuya principal fuente de ingresos no se encuentra en la venta online, sino en la venta ambulante de horchata.
A pesar de todo ello el negocio online cayó un 36% con pérdidas de más de 40.000 euros. Además en la localización de la página en la red social apareció el mensaje de Cerrado permanentemente, lo que provocó que muchos clientes llamaran y se interesaran por los posibles problemas surgidos.
La empresa depende de Facebook o Google mucho más de lo que estamos dispuestos a asumir
Esta historia me hace cuestionarme la dependencia que tenemos en las empresas de las redes sociales. En este caso, la red social es secundaria, pero ha provocado pérdidas. Imaginaros lo que puede ocurrir si alguien que hace de Facebook un punto central en su estrategia digital viera su página cerrada.
No se pueden tener todos los ingresos digitales en un solo medio, ni focalizar nuestra estrategia en medios externos que no dependen de nosotros. Está claro que siempre vamos a incidir más en aquella que mejor nos funciona. Esto no implica que no se deba tener una dependencia de la misma. Lo ideal es publicar y crear en nuestra web y difundir en medios sociales y no al revés.
En este caso una empresa pequeña se puede ver indefensa ante la decisión unilateral de una gran compañía, llámese Facebook, Twitter o Google. En este caso, la demandante ha tenido suerte y ha visto como su reclamación ha sido admitida a trámite en un Juzgado de Valencia, ya que si hacemos caso a las condiciones de la red social, esas que nunca se leen, cualquier demanda contra ella debe presentarse en California.
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