Uno de los elementos que emplean de forma recurrente las marcas y las empresas a la hora de establecer cómo conectar con los consumidores y de cómo establecer sus estrategias de comunicación es el echar mano a la segmentación demográfica. Esto es, parten de principios de demografía, como su edad o su género, para establecer cómo se lanzarán los mensajes y estimar cómo creen que los consumidores los recibirán. Porque lo cierto es que los consumidores reciben las cosas de un modo diferente según el grupo demográfico al que pertenecen y también esperan cosas distintas de las marcas en base a estas cuestiones, algo que las marcas no pueden perder de vista.
Todas estas cuestiones también afectan a cómo se perciben los mensajes y la publicidad en los nuevos escenarios. Las redes sociales, por muy novedosas que sean, también se ven afectadas por los cambios en términos de demografía, especialmente ahora que cada vez hay más consumidores presentes en las mismas y de grupos demográficos más diferentes.
Esto cambia cómo cada tipo de consumidor emplea estas herramientas y se comunica en estos escenarios, pero también cómo perciben los mensajes y cómo reciben los anuncios. Uno de los terrenos que se estudia de forma recurrente es el de cómo la entrada de los consumidores de más edad, los baby boomers, ha cambiado las redes sociales y cómo estos consumidores esperan un tipo de mensajes y de interacciones completamente diferentes al que esperan otros consumidores.
En las redes sociales también se pueden encontrar diferencias en cuanto a género. No es lo mismo cómo perciben los anuncios las mujeres que los hombres. Tal y como acaba de demostrar un estudio realizado sobre una muestra estadounidense por Influence.co y Fractl sobre la percepción de la publicidad en Instagram, la efectividad percibida de la publicidad en Instagram cambia según quién reciba ese contenido.
Para las mujeres, los anuncios son menos efectivos
El estudio ha pedido a los participantes que puntuasen la efectividad percibida de los anuncios. En general, los hombres daban una mayor puntuación que las mujeres a los anuncios en una mayor variedad de categorías. Es decir, ellos creían que estos anuncios eran mucho más efectivos.
Así, los hombres daban puntuaciones superiores que las mujeres en efectividad en moda, electrónica, salud y bienestar, belleza y otros y solo se mostraban empatados con las mujeres en TV/películas y comida/bebida. Las mujeres no daban notas superiores a las de los hombres en ninguna de las categorías.
Los tipos de contenidos
Además de las cuestiones de género, también cambia cómo se perciben los anuncios si se analiza la edad del receptor. Los consumidores responden de forma diferente al tipo de contenido mostrado según la edad que tienen. Los millennials, por ejemplo, son mucho más positivos ante un anuncio que contiene un selfie de lo que lo son los consumidores de entre 45 y 54 años, que prefieren fotos de producto.
Y es que en Instagram también varían los contenidos que se usan para promocionar productos según la categoría que trate. Es decir, hay ciertos tipos de contenido que se usan más en un escenario que en otro. Así, en la industria de la moda, la comida y la bebida y la belleza se suelen escoger contenidos a modo de retrato. Los selfies y las fotos de solo producto suelen ser más usados por la industria de la belleza y la comida/bebida.
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